por Phil Hine
"Mi cráneo es un tambor; cada gran golpe conduce esa pierna, como la punta de una estaca, dentro del suelo. El canto está en mi oído, dentro de mi cabeza. ¡Este sonido me inunda!... No puedo doblar la pierna con libertad. Estoy cogido en este tambor, esta fuente de sonido. No hay nada excepto esto. La blanca oscuridad mueve las venas de mi pierna como una rápida marea ascendente, ascendente; es una gran fuerza que no puedo sostener o contener, que seguramente quemará mi piel. "Clemencia" Grito dentro de mí. La oigo haciendo eco en las voces, aguda y sobrenatural: "¡Erzulie!" La brillante oscuridad inunda mi cuerpo, alcanza mi cabeza, me engulle. Soy succionado y expulsado de inmediato. Eso es todo". Maya Deren
El fenómeno conocido como Posesión ha sido, hasta muy recientemente, un fenómeno comparativamente raro en la práctica Mágica Occidental. Esto es debido posiblemente a su asociación, en el siglo 19, con algunos de los más groseros elementos de la Mediumnidad, y un malentendido general de los acercamientos mágicos no occidentales, como el Vudú y la Santería, que han sido, hasta la reciente popularización de todo lo posiblemente "étnico/chamánico", denigrados como religiones "primitivas" - particularmente por los descendientes de los Teósofos que, como Michael Bertiaux dijo en una reciente entrevista "están obsesionados con su infantil experiencia del vudú, basada en las películas de zombis de los años 30 y 40".
Es también el caso que la experiencia de la posesión es difícil para mucha gente, particularmente para aquellos condicionados por una educación Europea, ya que la posesión requiere desinhibición y la capacidad para rendirse a la pasión - algo que, en conjunto, no es aprobado socialmente ni coherente con la autoimagen de "tener el control".
En los últimos años sin embargo, ha habido una marcada tendencia a la práctica de la posesión orientada al ritual, donde la meta del trabajo es la aparición de una entidad dentro de un recipiente humano, para propósitos de encantamiento, iluminación o expresiones oraculares. El uso del trabajo basado en la posesión es particularmente fuerte dentro de la Wicca, la Tradición Nórdica, y el acercamiento de estilo libre denominado Magia del Caos. Habiendo tenido muchas oportunidades para participar en tales trabajos (tanto como recipiente como celebrante), ofrezco por este medio un análisis de la experiencia de la posesión para su discusión.
La posesión es un fenómeno de amplio rango, siendo probablemente la forma más popular de unión con lo divino en la historia de la humanidad. Los rituales orientados a la posesión aparecen en el antiguo Egipto y se ha demostrado que las formas más tempranas de práctica Cabalística, estaban orientadas hacia este tipo de experiencia. La posesión fue un fenómeno reconocido en la antigua Grecia, dos ejemplos fueron el oráculo de Delfos, y la práctica de los Teúrgos, definida por Proclo como "...en una palabra, todas las operaciones de divina posesión." La posesión es el rasgo central del Vudú, la Santería y la Macumba, religiones que están ganando incrementada popularidad, y está presente en la mayoría de culturas tribales, desde América a Australasia.
La posesión también aparece en la temprana Cristiandad - particularmente con la manifestación de "hablar en lenguas" que permanece popular en las formas de Cristiandad evangélica de hoy en día. La experiencia dramática de San Pablo en el camino de Damasco, conlleva todas las marcas de una repentina posesión divina, a pesar de ello él estaba preocupado por el fenómeno, y encontró necesario sermonear a los Cristianos de Corinto sobre la necesidad de manejar cuidadosamente el hablar en lenguas:
"Si por lo tanto, la iglesia completa se agrupa, y todos hablan en lenguas, y los extraños o no creyentes entran, ¿no dirán que estáis locos? ...no prohibáis el hablar en lenguas, pero todas las cosas deberían ser hechas decentemente y en orden" (Corintios I, 14)
En general, hay dos rutas para entrar en el éxtasis de la posesión. La primera es solitaria, y la segunda está orientada hacia un grupo. La posesión solitaria es a menudo el resultado de un extenso retiro de meditación, oración o ritual, por el cual el celebrante logra la unión con la entidad elegida. Las bases de este procedimiento fueron elocuentemente descritas por Steve Wilson en su artículo Resultados del Misticismo en C.I. 15. Este era el sendero de místicos solitarios tales como San Juan de la Cruz. Dentro del contexto del monoteísmo, esta práctica no está libre de peligros. El místico Sufí al-Hallaj anunció que él era "Dios", y después fue crucificado. Los místicos Cristianos de la Edad Media estaban a menudo, a un paso de ser vistos como herejes. En la India, esta forma de posesión solitaria es conocida como Bhakti Yoga.
Los elementos clave de esta experiencia son fáciles de identificar. En primer lugar, hay un grado de aislamiento de otras personas. El aislamiento, en grados variantes, contribuye grandemente a la pérdida del sentido de los límites del ego. El aislamiento deposita un gran estrés sobre la psique humana. En segundo lugar, hay grados varios de privación - ayuno, no dormir, eliminar el alivio sexual, dolor auto-infligido, etc., - los favoritos monásticos que serían reconocidos y aprobados por chamanes y tántricos similarmente. En tercer lugar, está la constante dirección de la atención al objeto del retiro. El místico continuamente dirige su consciencia a la unión con la divinidad que él busca, a través de la oración, la meditación y el ritual. El Liber Astarte de Crowley es un buen ejemplo de este tipo de trabajo, como lo es el sistema de Abramelin; si estás inclinado a arrastrarte ante Jehovah. El diario publicado de Abramelin de William Bloom, es un relato fascinante de la estrategia de "auto-humillación ante dios" en acción. Crowley, por supuesto, estaba mucho más inclinado a recostarse y permitir al "dios" entrar en él por la puerta de atrás, cuando lo era, y los lectores son remitidos a mis propias reflexiones sobre la sodomía "pasiva" en Caos Internacional 11, para ampliar sobre esta particular forma de posesión.
Es a la forma de posesión orientada hacia un grupo, que deseo prestar particular atención, ya que los trabajos contemporáneos de posesión son mayoritariamente de este tipo. En los cultos religiosos, la posesión juega un rol extremadamente efectivo en la validación de la creencia en el sistema. Esto es precisamente, lo que preocupaba a San Pablo sobre el fenómeno de las "lenguas" tan ampliamente generalizado en la temprana Cristiandad. Como un adherente a la razón, él estaba preocupado por el hecho de que la participación en esta forma de experiencia extática, produjera una ferviente aunque no crítica creencia.
Desinhibición
La habilidad para "perder el control" parece ser un factor clave en la experiencia de la posesión. He visto gente que esforzándose en una manifestación por primera vez, "pierde" claramente el trance cuando sus inhibiciones sobre lo que es una conducta aceptable, entra en conflicto con la personalidad de la entidad que la ha poseído. Las expectativas sobre cómo comportarse son, incluso dentro del espacio libre de un ritual mágico una vez han sido construidas, difíciles de abandonar. La capacidad para liberarse de las inhibiciones e "ir con la posesión" le toma tiempo a mucha gente, aunque pueda igualmente ser el caso que individuos a los que parece por otra parte faltarles el carisma y la confianza, puedan algunas veces "permitirse ir" muy rápidamente y entrar en el trance de posesión. Una explicación es que la experiencia de la posesión da a los participantes "permiso" para comportarse ajenos a su carácter. Como un celebrante del Vudú dijo a S. E. Simpson (Cultos Religiosos del Caribe: Trinidad, Jamaica y Haití, 1970)... "Lo que a una persona le asusta hacer, lo hace cuando está poseída". El permiso para actuar en una manera apropiada al Dios es efectivamente sancionado por los oficiales que ofician, los celebrantes y la audiencia. Sin embargo, en los rituales modernos, los límites del permiso no siempre están claramente definidos. Los relatos antropológicos de personas poseídas, que aparentemente están "fuera de control" coinciden en que cualquier violencia relacionada es admitida y esperada, como una parte del "juego" de la ceremonia. Para enseñar a otros el "truco" de ser poseído, es esencial transmitir el mensaje de que el individuo no es "responsable" de la conducta del espíritu. Una vez se ha comprendido que todos los presentes son capaces de divorciar la conducta del individuo de la presencia del Dios, la necesidad de mantener rauda la personalidad propia disminuye.
Efectos de Grupo
Se debería comprender que la posesión no es meramente una materia de entidad y recipiente, sino una experiencia que asciende desde la interacción total de aquellos que están presentes. En algunos sentidos, la posesión es una forma de actuación teatral. Ciertamente he oído a actores describiendo una experiencia similar a la posesión - la de que cuando están sobre el escenario, son capaces de hacer cosas que están asociadas con sus temperamentos mucho más elocuentemente que cuando no interpretan. Relatos de posesión ceremonial de Deren, Seabrook, Belo demuestran que la interacción entre los actores (aquellos que están poseídos por los espíritus), la audiencia, los oficiales ritualísticos y el Maestro de Ceremonias conjuntamente crean la experiencia de la posesión. De interés particular es el adoptado por el Maestro de Ceremonias o Sacerdote Oficiante.
Keith Johnstone (Impro, 1981) afirma que en el ceremonial Vudú, los sacerdotes oficiantes tienen un alto status, aunque son "indulgentes" con los participantes poseídos, quienes a menudo exhiben un comportamiento infantil, o conducta juguetona. Otra analogía útil es la idea del M.C. como "director de pista", engatusando a los posesos hacia el éxtasis de la gnosis y fustigando a la audiencia. Un buen M.C. asegura no solamente que el espíritu se comporte (o mal comporte) apropiadamente, sino también que la audiencia participe en la actuación. Demasiado a menudo he visto a la "audiencia" en un trabajo de posesión, permaneciendo ansiosamente alrededor de los posesos, y ocasionalmente siendo reñidos por el espíritu por su falta de participación. Los ritos invocatorios son similares a los ritos evocatorios en que están derivados de un contexto. En mi experiencia, la aparición de un espíritu goético evocado depende mucho del espacio ritual - el uso de puntales apropiados y parafernalia. En el mismo estilo, un buen trabajo de posesión requiere un contexto claro que sea conocido y comprendido por todos los participantes. Las expectativas en conflicto a menudo traen resultados en desacuerdo con las intenciones de los participantes. Un buen ejemplo de mi propia experiencia es de un trabajo que fue claramente diseñado por el sacerdote oficiante, para ser el acto de apertura de una celebración orgiástica. La entidad que eligió fue IUSTINA, un personaje derivado de los trabajos del Marqués de Sade (Justine: Las Desdichas de la Virtud). La entidad estaba basada en el carácter de Justine, quien mientras experimentaba todo tipo de conducta libertina imaginable, retenía un aura de virtud. Durante el trabajo, la conducta mostrada por la posesa era como la de la Justine del libro, ¡aunque esa no era lo que el sacerdote oficiante tenía en mente!
Este no es por supuesto, el caso de las ceremonias donde toda la asamblea conoce lo que se espera de la entidad manifestante. William Sargant da un relato de una ceremonia Vudú a la que asistió en Haití, donde dos chicas simultáneamente fueron poseídas por Ghede, un loa que es conocido por ser particularmente activo sexualmente: "Ellas se desnudaron a medias la una a la otra, y una de las dos violó simbólicamente a la otra con una aproximación pélvica, típicamente masculina. Terminó con el colapso emocional total de ambas participantes." Sargant dice que el grupo estaba un tanto divertido con este episodio, y que las chicas, que eran normalmente conservadoras y tranquilas, no tenían recuerdos de lo que habían hecho. Él anota que la únicas personas que estaban "molestas" por el incidente, eran los novios de las chicas, pero no podían decir nada, pues era una manifestación de Ghede. Esto en sí mismo es un punto importante. En muchos cultos orientados hacia la posesión, hay una comprensión tácita de que lo que cualquier persona poseída hace, es la acción de la entidad moradora y como tal, no puede ser reprendida. Es más, después de que la persona sale de la posesión, no le dicen cómo se ha comportado.
A menudo me ha parecido que el tamaño del grupo participante en un trabajo de posesión, puede también contribuir a la profundidad del trance del poseso. Mientras trabajar en pequeños y cerrados grupos, permite que una fuerte atmósfera de confianza y relajación se produzca, lo cual es conducente a que la posesión tome lugar; sin embargo, grupos grandes, particularmente frenéticos trabajando involucrados con luces estroboscópicas, gritos y bailes en masa, permiten al celebrante lograr una profunda posesión relativamente rápida. De nuevo, el efecto de estar en una multitud facilita que la personalidad dominante sea sustituida rápidamente. También, el hecho de que el vehículo para la posesión es el foco de atención de todo el grupo atrae un estado excitatorio de despertar, reaccionando con el reflejo autónomo de lucha o huída, arrasando las fronteras de la autoimagen en un aluvión de adrenalina.
Inhibición Transmarginal
William Sargant, en su libro La Mente Poseída hace un completo examen de la experiencia tipo posesión. Él cree que la clave para este fenómeno yace en una respuesta "anormal" al estrés extremo que fue identificada por Pavlov como Inhibición Transmarginal. Sargant describe esta reacción teniendo tres fases, la Equivalente, la Paradójica y la Ultraparadójica. La fase Equivalente está caracterizada por una respuesta por la cual la reacción del individuo para tanto los estímulos débiles como fuertes es la misma. En otras palabras, una persona que sufre depresión puede reaccionar tanto a las experiencias significativas como triviales en la misma forma. La fase Paradójica ocurre cuando los estímulos débiles producen respuestas más fuertes y positivas que los estímulos fuertes. Un ejemplo de esta fase es la persona deprimida que no reacciona cuando son amenazados verbalmente, pero pueden ser motivados por una tierna orden. La tercera fase, la Ultraparadójica, está caracterizada por la aparición de respuestas que son diametralmente opuestas a aquellas a las que han sido previamente condicionadas o habituadas, y nuevas creencias y conductas pueden ser implantadas. Sargan también nota otros fenómenos asociado con esta fase. Estos son: sugestionabilidad incrementada por creencias y estímulos a los que normalmente no se les prestaría mucha atención; el aislamiento e inhibición de ciertos pensamientos y conductas de la memoria, y el "colapso inhibitorio" que borra de la memoria comportamientos recientes .
Sargant ve la experiencia de la posesión muy en términos del proceso anteriormente descrito. Apunta que la posesión es una experiencia muy abreactiva (abreactivo: perteneciente a la habilidad de producir liberación) y catártica, y que en algunas sociedades, la posesión, cuando es generada por baile, tamborileo y canto, sirve para liberar la tensión acumulada en los celebrantes. Èl cita también su propio trabajo con pacientes con traumas; la incapacidad para liberar una experiencia traumática de la consciencia. Sargant y sus colegas deliberadamente sometían a sus pacientes, a un extremadamente estresante revivir del trauma inicial, en el punto donde ellos se colapsaron. Para después, encontrar que se habían liberado de las contenciones que el trauma les imponía.
¿Cómo encaja esto con la experiencia de la posesión? Desde mi propia experiencia, puedo confirmar que la posesión es ciertamente tanto abreactiva como catártica. La intensa actividad fisiológica - tensión muscular, hiperventilación, etc - seguida por la liberación, es a menudo más relajante que las técnicas de relajación quietistas. Otro punto interesante se relaciona con la memoria perdida siguiente al estado de posesión. Esta está ampliamente documentada, desde los relatos de hipnosis, a los ejemplos de posesión en cultos tales como el Vudú, tal y como se ha citado. Hay alguna sugerencia sin embargo, que el grado de pérdida de memoria se relaciona con las expectativas del grupo. En algunos cultos, es un ojeto de creencia que cuando el dios entra, el "alma" humana es desplazada. En Caos Primordial, he discutido la experiencia de la posesión en términos de un continuum- en un extremo está la posesión "completa", que puede resultar en parcial o total pérdida de memoria, y en el otro, el fenómeno del "Eclipsamiento", donde el celebrante retiene cierto grado de autoconsciencia durante la experiencia de posesión.
Sargant también reconoce la importancia de la atmósfera del grupo para crear un espacio donde la posesión pueda ocurrir. Apunta a que el efecto general de la posesión ceremonial es colocar a los celebrantes en un estado de sugestionabilidad incrementada. El tamborileo rítmico, el baile y el canto son tres de los más populares medios de crear una experiencia de posesión, a los que los modernos magos han añadido el uso de luces estroboscópicas y efectos de audio.
Máscaras y Posesión
El uso de Máscaras y otros apoyos rituales, es un rasgo importante en la posesión. En algunos cultos, cuando el celebrante comienza a mostrar síntomas de posesión, el carácter de la entidad encarnante es discernido por los sacerdotes oficiantes, y a ese individuo se le dan los apoyos apropiados para el dios o diosa particular. En los acercamientos Occidentales a la posesión, es más probable que el vehículo se visualice a sí mismo, o esté ya vestido con el atuendo apropiado. En la magia contemporánea, el vehículo para la posesión por un dios particular, tiende a ser elegido antes de que se proceda con el ritual, en lugar de que, como en el Vudú, espontáneamente sea montado por un loa. Las máscaras son particularmente útiles confiriendo un grado de anonimato a quienes las llevan. Las máscaras que son propias a un cierto espíritu tienden a exhibir una conducta coherente, no importa quién las lleve. Como ha sido apuntado, los espíritus tienden a un cierto conservadurismo - el espíritu invasor puede ser definido como una máscara - un carácter ascendente que tiene su propia conducta y personalidad, como es definida por la creencia y el contexto. Esto puede sin embargo, no ser el caso para los dioses "inacabados" - que son las entidades que no son reforzadas por una tradición documentada, un sistema de creencias, o incluso una expectativa general del carácter formada en base al fondo común de la experiencia de los celebrantes. Este parece ser el caso de entidades tales como Bafomet.
Problemas producidos por la Posesión
Mientras que en un contexto religioso, la experiencia directa de la entidad moradora sirve para validar la creencia en ese sistema religioso, la posesión puede ser ocasionalmente problemática desde una perspectiva mágica, donde cierta creencia inamovible no es vista a la misma luz. Mientras que dentro del espacio ritual es importante depositar una creencia total en la experiencia de la posesión, la persistencia en creencias irracionales fuera del mismo, puede ser disfuncional. Esto sin embargo, nos lleva a la cuestión de la función que la experiencia de la posesión tiene, particularmente dentro del contexto de la Magia del Caos. He oído a menudo a una entidad encarnante pronunciar declaraciones oraculares o proféticas durante los trabajos de posesión. En un contexto de creencia generalizado, uno asume que los resultados de los trabajos de posesión, estarían integrados dentro de la experiencia sucesiva de los participantes. A menudo me maravillo de lo lejos que esto está del caso de la Magia del Caos, donde la creencia consensual en la realidad de la experiencia, puede ser descartada tan pronto como se deja el espacio del templo.
Un segundo problema que se relaciona con la posesión es el del conocimiento de la entidad. Puede ocurrir que una entidad se manifieste dentro de un recipiente que no está preparado. Con esto me refiero a un individuo que no tiene un conocimiento a priori de la entidad, en términos de su carácter, asociaciones mitológicas, o conducta relevante. Esto es particularmente relevante cuando consideramos entidades que tienen conocimiento en áreas específicas. En las culturas orientadas a la posesión, es usual que las entidades que pueden ofrecer consejo diagnóstico se manifiesten a través de sanadores o doctores brujos. Sería difícil para cualquiera que no tenga conocimiento de tal especialización, dar un mensaje coherente, incluso si fuera poseído por el espíritu relevante. Un problema relacionado es que los individuos que son nuevos en la experiencia de la posesión, pueden no tener las habilidades para dar un mensaje con precisión - de nuevo, la habilidad para desinhibirse, como ha sido discutido más arriba, es relevante.
En tercer lugar, está el problema de la obsesión. Algunos magos parecen estar fascinados por la manifestación de un personaje particular, a menudo al punto de que independientemente del carácter de la entidad, la misma conducta y personaje es evidente. Dudosamente ésta puede ser considerada una verdadera posesión, sino una expresión de reforzamiento del ego ante una audiencia. Esto puede resultar en una manía obsesiva, donde ese yo está siendo continuamente reforzado y domina el repertorio conductual del mago, al punto donde es difícil para cualquier otra identidad manifestarse, y las creencias y conductas del individuo son limitadas por ese yo dominante. Hay a menudo una inseguridad profundamente enraizada detrás de tales obsesiones.
Un cuarto problema relacionado con la posesión está asociado a la idea de desterrar o conectar a tierra. No es inusual que los individuos permanezcan poseídos incluso después de un rito que ha concluido. Hay ejemplos de participantes en tales trabajos que están poseídos durante horas, o incluso días después del evento, espontáneamente. En el contexto religioso, esto tiende a conducir a la conversión. El modelo de posesión de Sargant, relaciona la experiencia a la liberación de tensión acumulada, y si la experiencia no culmina en la extenuación (su auto-destierro) o colapso, entonces sus efectos pueden prolongarse. Aquellos que deseen hacer uso del trabajo orientado a la posesión, harían bien en tener esto en mente.
Entrenamiento para la Posesión
Como muchos otros tipos de experiencia mágica, la posesión es una respuesta aprendida. Cuando un individuo experimenta su primera posesión, puede tener consecuencias de amplio alcance como un agente que cambia la vida. Puede ocurrir de repente, o gradualmente, y en algunos relatos de posesión, puede ser dolorosamente agonizante. El grado de resistencia a la experiencia es interesante a esta luz. Sargant apunta que a menudo, mientras más se resiste uno al comienzo de la posesión, más intensa se vuelve realmente la experiencia. He notado que, en mi propia experiencia de ser poseído, cuandoquiera que he probado a limitar la profundidad de la posesión, ha demostrado de hecho ser más intensa de lo que esperaba. Con práctica, se puede lograr un estado de posesión relativamente rápido.
Cualquiera sea el escenario o contexto, los elementos clave de la posesión son similares. Los rituales de precalentamiento tales como los destierros, preparan para el evento principal ayudando al celebrante a enfocar la atención sobre la entidad a ser manifestada. El uso de gnosis excitatoria tal como tamborileo y baile, coloca el cuerpo en estado de estrés, permitiendo a la consciencia inflamarse con la imagen de la entidad entrante. Los individuos pueden ser poseídos espontáneamente, o la posesión puede ser dirigida hacia un individuo elegido específicamente como recipiente. Mientras que es posible que un vehículo diferente al elegido sea poseído por la entidad, parece bastante raro que otras entidades que las que son invocadas se manifiesten. Como Sargant dice, los Cristianos evangelistas no son poseídos por la Diosa Kali. La conducta de una persona poseída, lo es muy a menudo en términos del modelo de inhibición transmarginal de Sargant. Ya que los "dioses" tienen una cierta cantidad de soberanía, a menudo reaccionan de mala manera cuando se les ordena, aunque pueden ser persuadidos con órdenes más suaves. Por ello la "indulgencia" de parte de los sacerdotes oficiantes es apuntada por Keith Johnstone. Es a menudo el caso de que el Dios es renuente a dejar al vehículo. En la magia moderna, esto tiende a ser tratado colocando a los celebrantes bajo estrés adicional - capturándolos (si es necesario) y convocándolos para salir del trance hasta que el personaje invasor ha partido. En casos extremos, una purificación ceremonial con agua fría es usada
Conclusión
La Posesión continúa siendo una poderosa forma de trabajo mágico. Puede ser usada para obtener información oracular (como fue usada por los Griegos y Tibetanos), para cargar armas mágicas, para compartir el poder del Dios (como una Misa ritual) o "vivir" una transformación mítica particular. Los trabajos de posesión pueden ser útiles, para examinar paradigmas mágicos y religiosos donde la posesión es una técnica reconocida y culturalmente definida. La experiencia en sí misma puede estar relacionada con fenómenos más amplios, tales como la conversión religiosa, la hipnosis y la terapia abreactiva. Como con todos los tipos de técnicas mágicas, su uso requiere cuidadoso análisis y evaluación si no es delegada en una limitación condicionada. En general, la posesión mágica es tanto útil como agradable, aunque a veces nos ponga los pelos de punta.
Traducido por Manon
extraído de
http://www.zonadecaos.com/Articulos/Posesion.htm